Blanqueamiento dental: consejos pre y post tratamiento

Tratamiento de blanqueamiento dental

El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más solicitados por muchos pacientes que desean que su sonrisa sea más blanca y brillante. Es por eso que hoy te contamos en qué consiste y te dejamos unas cuantas recomendaciones en caso que decidas realizar este tratamiento.

Este tratamiento, que tienes fines estéticos, busca eliminar manchas superficiales del esmalte dental. Aclara de 5 a 7 tonos los dientes, y por eso se recomienda para todos aquellos que desean mejorar el aspecto de su sonrisa.

Si ya has tomado la decisión de mejorar tu sonrisa y aplicar este tratamiento para lucir una dentadura radiante, te recomendamos que tengas en cuenta estos puntos para que sea satisfactorio:

  • Un blanqueamiento dental puede durar hasta 4 años, aproximadamente.
  • Los resultados visibles de un blanqueamiento son inmediatos, si es realizado por un odontólogo, ya que se aplican aclaradores químicos fuertes.
  • Después de realizar un blanqueamiento es recomendable:
    • Evitar alimentos muy fríos o calientes, ya que puede producir sensibilidad dental.
    • Evita fumar.
    • Intenta no consumir alimentos como café, té, bebidas con colorantes o frutas oscuras como moras o rándanos.
    • Mantener una buena y constante higiene bucal.
    • Un blanquemiento dental siempre debe ser realizado por un odontólogo, ya que el paciente debe ser previamente evaluado para evitar riesgos.

    ¿Cómo podemos mantener un blanqueamiento dental?

    Una vez realizado el tratamiento, te recomendamos seguir estos pasos para mantenerlo de forma sana y prolongada:

    • Cepilla los dientes después de cada comida.
    • Evita fumar.
    • Reduce el consumo de té, café o alimentos con colorantes.
    • Utiliza hilo dental.
    • Cepilla con más insistencia los dientes por la noche.
    • No es recomendable usar pastas blanqueadoras más de dos veces a la semana, ya que dañan el esmalte dental.
    • Consulta a un odontólogo mínimo cada seis meses.

    Si tienes cualquier duda sobre este tratamiento, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Nos encontrarás en Carrer de Jaume Casanovas 45, el Prat de Llobregat.

Hilo dental: usos y beneficios

hilo dental, usos y beneficios

Hoy en día, se calcula que alrededor del 70% de la población no usa el hilo dental en su higiene bucal diaria, a pesar de que se trata de una de las herramientas más eficientes en la lucha contra las infecciones de las encías.

Es por eso que hoy os contamos algunos de los múltiples beneficios que el uso de esta herramienta os puede aportar en vuestra higiene dental, así como la forma correcta de usarlo para no dañar vuestra dentadura.

El uso del hilo dental se encuentra entre los buenos hábitos de higiene bucodental que menos extendidos están. Se calcula que el 70% de la población no lo utiliza a pesar que es uno de los mejores aliados para luchar contra las enfermedades de las encías.

La seda dental, si se utiliza correctamente, ayuda a eliminar la placa y los restos de comida de lugares donde el cepillo dental no tiene acceso fácilmente: debajo de la encía y entre los dientes. Por eso, es importante que el uso del hilo dental forme parte de la higiene dental diaria.

¿Cómo lo usamos correctamente?

El hilo dental no es difícil de utilizar pero es necesario conocer la técnica y los trucos para su correcta aplicación.

  • Para la higiene dental diaria, basta con coger unos 40 cm de hilo y enrollarlo en los dedos medios de las dos manos.
  • El hilo debe cogerse con el índice y el pulgar de cada mano, en tramos de unos 6 cm, para tensarlo y deslizarlo suavemente entre los dientes, frotando el  borde de cada pieza dental con el hilo, de arriba abajo.
  • Es importante llegar lo más cerca posible de las encías sin golpearlas ni lesionar el tejido gingival.
  • En cada diente, hay que ir usando nuevos tramos de hilo limpio.
  • Una vez finalizado el recorrido por toda la dentadura, el enjuague final con colutorio ayudará a eliminar definitivamente la placa y los restos de alimentos de nuestra boca.

Lo ideal sería realizar esta operación cada vez que nos laváramos los dientes pero, en caso que no sea posible, por lo menos una vez al día hay que realizar una higiene bucodental como esta.

Beneficios del hilo dental

Uno de los principales rasgos diferenciales  es que consigue llegar a los lugares donde el cepillo de dientes no consigue llegar, con lo que elimina todos los restos que este deja. De esta manera, se consigue evitar que los restos se acumulen entre los dientes, previniendo así de la aparición de cualquier tipo de infección posterior.

Por ello, es recomendable utilizar el hilo dental después de cada cepillado para lograr una higiene bucal completa, y si las dificultades de la rutina del día a día lo impiden, se aconseja que al menos se utilice una vez al día, preferiblemente por la noche antes de irse a dormir.

Uso correcto del hilo dental

Para usarlo satisfactoriamente, debemos tomar un hilo, tensarlo y pasarlo suavemente entre los dientes. Es probable que al principio sangren las encías, pero este sangrado desaparecerá después de haber utilizado el hilo dental varias veces.

Este sangrado se debe a que, a pesar de que lo ideal es no tocar las encías, lo probable es hacerlo, ya que el hilo dental debe de llevarse hasta el final del diente, lo más cerca de las encías y el contacto provocará el sangrado.

Ten en cuenta que deberías cambiar el hilo utilizado en cada nuevo tramo de dientes. Lo ideal es coger unos 40cms de hilo e ir cambiando el tramo que se utiliza en el contacto directo con los dientes, para evitar únicamente cambiar los restos de lugar.

Si tienes cualquier duda sobre esta herramienta o quieres consultarnos cualquier otra cuestión, no dudes en venir a visitarnos. Nos encontrarás en Carrer de Jaume Casanovas 45, el Prat de Llobregat. 

¡Te esperamos!

El cepillo dental

Para tener una buena higiene dental, debemos comenzar por cepillarnos los dientes a diario y, para ello, debemos usar el cepillo dental adecuado. No todos los cepillos son indicados para todo el mundo. En el mercado existen muchas variedades de cepillos, ya sean eléctricos o manuales, y sus características cambian en función de si son para niños o adultos, para personas que usan ortodoncia o que llevan prótesis dentales…

¿Cómo elegir el cepillo adecuado?

Antes de nada, debemos saber que el cepillo debe tener un diseño que favorezca una correcta higiene de todas las partes de la boca. Además de facilitar la limpieza de los dientes, el cepillo dental debe ser cuidadoso con el esmalte y las encías.

Cepillo dental en niños

Para los niños, el cepillo debe tener un tamaño adecuado al de su boca, sobre todo cuando todavía tienen los dientes temporales o de leche. En esta etapa, es recomendable utilizar un cepillo con bordes protectores en la parte de la cabeza para evitar que los pequeños puedan lesionarse la boca por un mal uso del cepillo o algún movimiento sin control. Las cerdas del cepillo deben ser muy suaves ya que las encías todavía son muy blandas. Y el mango debe ser antideslizante y ergonómico para facilitar el agarre incluso cuando el cepillo o la mano estén mojados.

Cepillo dental en adultos

Para los adultos, el cepillo debe tener la cabeza pequeña para poder acceder a todas las zonas de la boca y realizar una correcta higiene dental. Las cerdas deben ser flexibles, finas y de punta redondeada, y el mango largo, fino y flexible para que el cepillado sea más fácil. También es muy importante mantener el cepillo en buen estado y cambiarlo cada tres o cuatro meses o incluso antes si vemos que está muy deteriorado.

¿Con qué frecuencia debo reemplazarlo?

El reemplazo del cepillo debe realizarse cuando sus cerdas se desgasten o bien cada tres meses. Es importante cambiar el cepillo dental después de un resfriado, puesto que las cerdas acumulan gérmenes que pueden provocar una nueva infección. Si tienes cualquier duda sobre qué cepillo dental escoger o sobre su uso, no dudes en consultarnos. Nos encontrarás en Carrer de Jaume Casanovas 45, el Prat de Llobregat.

Diabetes y salud bucodental

Cuando hablamos de la diabetes, muchas veces nos olvidamos de sus efectos en la boca, ya que la cavidad oral de los diabéticos tiene más riesgo de desarrollar patologías en las encías o los dientes, incluso con pérdida de piezas dentales. Es por eso que hoy te contamos qué trastornos bucodentales van ligados a la diabetes y te decimos cómo prevenirlos.

En las personas diabéticas, los dientes y las encías son una parte del cuerpo que suele sufrir especialmente los efectos de la enfermedad. Por lo tanto, un buen cuidado y una buena higiene bucodental es aún más fundamental en las personas diabéticas. Existe una relación clara, directa y recíproca entre la diabetes y las enfermedades de las encías. No solo los diabéticos tienen más riesgo de sufrir una enfermedad periodontal  (3 o 4 veces más que el resto), sino que la presencia de trastornos en las encías pueden identificar precozmente el desarrollo futuro de esta enfermedad.

¿Cómo afecta la diabetes a la salud dental?

Una persona diabética, si no se trata adecuadamente, tiene una mayor susceptibilidad a las infecciones, boca seca, halitosis y retraso en la cicatrización de las heridas, entre otros problemas bucales.

Sufrir una infección en las encías, como la gingivitis o la periodontitis, también puede afectar a los niveles de azúcar en sangre. Por eso, tener unos hábitos de higiene dental correctos puede ayudar a mantener una buena salud bucodental y a controlar la diabetes.

Las enfermedades periodontales son más frecuentes y suelen estar más avanzadas en diabéticos. Una buena higiene oral será fundamental para estos pacientes. La periodontitis puede ser un primer signo de diabetes y, si no se controla, puede hacer que empeore. Por otro lado, un buen tratamiento de las enfermedades de las encías puede mejorar el control de la diabetes.

Problemas bucodentales que más afectan a las personas diabéticas

Periodontitis

Muchos estudios apuntan que las personas con diabetes tienen mayor probabilidad de sufrir trastornos en las encías, generalmente debido a que son más susceptibles a desarrollar infecciones bacterianas y tienen menos capacidad para combatirlas. Es por eso que es común que las personas con diabetes sufran gingivitis (la enfermedad de las encías en su etapa inicial, caracterizada por inflamación y sangrado debido a la acumulación de placa bacteriana) o enfermedad periodontal (en una fase más avanzada, cuando el trastorno evoluciona a pérdida de hueso alrededor de los dientes). Además del daño que provoca esta patología en las encías y el hueso que sujeta los dientes, la periodontitis podría dificultar el control de la glucosa en la sangre, es decir, esta afección podría contribuir al avance de la diabetes.

Pérdida de dientes

El mayor riesgo de sufrir trastornos en las encías es que puede desencadenar en la pérdida de piezas dentales. Se estima que uno de cada cinco casos de pérdida de dientes está vinculado con la diabetes, según datos de la Asociación Dental Americana.

Sequedad bucal

Es muy común que la diabetes vaya ligada también a la sequedad en la boca. La falta o disminución de la saliva es un problema importante, porque este líquido que en condiciones normales se segrega durante las 24 horas del día, tiene funciones importantes, como lubricar los labios y la mucosa bucal, eliminar restos de comida…. favoreciendo la higiene bucodental. La diabetes puede también alterar la composición de la saliva, elevando sus niveles de glucosa.

¿Cómo se pueden controlar los trastornos orales?

Aunque hay ciertos signos que pueden advertir la presencia de problemas en la boca, como el sangrado de encías, las encías rojas, hinchadas y sensibles, el mal aliento…, lo mejor siempre es prevenir la aparición de cualquier trastorno de la siguiente manera:

  • Controlar el nivel de glucosa en la sangre.
  • Cepillarse los dientes y usar seda dental a diario, contando también con la ayuda de los cepillos interdentales.
  • Acudir con regularidad al dentista, indicándole siempre que tienen diabetes.
  • Dejar de fumar, puesto que el tabaco afecta de manera muy negativa a las encías.
  • Inspeccionarse periódicamente la boca y ante el menor indicio de cualquier problema, ir al especialista.
  • En el caso de usar dentaduras postizas o prótesis, hay que sacarlas y limpiarlas a diario. También se debe comprobar que se ajusten bien, sin provocar roces o heridas.

¿Por qué debes acudir al dentista?

En nuestra clínica, podemos contribuir al diagnóstico precoz de la diabetes y, con los cuidados necesarios, ayudar a que control de la enfermedad sea más efectivo. Es importante acudir al dentista si se detectan síntomas como encías enrojecidas, inflamadas, sensibles o que sangran con facilidad.

Si tienes cualquier duda sobre cómo puede afectar la diabetes a tu salud oral, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Nos encontrarás en Carrer de Jaume Casanovas 45, el Prat de Llobregat.